Para atraer a las mariposas adultas son necesarias flores que les proporcionen néctar. Se alimentan de ellas con su larga “espiri­trompa” y gracias a ello ayudan con la polinización de multitud de especies vegetales, transportando el polen que queda pegado en su cuer­po.

Las orugas también necesitan plantas concretas que les permitan alimentar­se de sus hojas y crecer. Plantas como la ruda atraen a las hembras de la ma­riposa “macaón”, que pondrán allí los huevos de los que más tarde saldrán preciosas orugas.

También observaremos con facilidad la “esfinge colibrí”, una polilla de vuelo diur­no que parece un abejorro, ya que obtie­ne el néctar durante el vuelo, sin posarse.

Algunas mariposas como la Vanessa car­dui o “cardera” son grandes migradoras y recorren distancias de hasta 4 000 km.

El Centro Educativo Ponce de León se une a esta iniciativa llevada a cabo por la Asociación Española para la Protección de las Maripo­sas y su Medio (ZERYNTHIA), creando un espacio favorecedor para las mariposas y otros polinizadores.

Muchos insectos, entre los que se encuentran las mariposas, están amena­zados. Los científicos observan cómo cada vez son menos abundantes. Con espacios como este, en el que se les proporciona alimento tanto para las orugas como para los adultos, podemos ayudarles mucho. Los Oasis de Ma­riposas conforman una red por todo el territorio nacional, en permanente crecimiento. Anímate a participar desde tu jardín, escuela, empresa o ayun­tamiento. En la web de la entidad promotora encontrarás un manual que te dará todas las claves que necesitas (asociacion-zerynthia.org/oasis).